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En el foco del enfrentamiento entre Este y Oeste durante la Guerra Fría

La historia del Instituto de Estudios Latinoamericanos está estrechamente ligada al enfrentamiento entre Oriente y Occidente en la segunda mitad del siglo XX. En este contexto, hay que considerar la fundación y el estatus especial de la Freie Universität Berlin, que se prolongó durante décadas. En 1948, ante la creciente influencia comunista en la Universidad Unter den Linden de Berlín, estudiantes opositores, apoyados por los Estados Unidos, exigieron la creación de una universidad libre de intervención política en el sector occidental de la ciudad.

Incluso antes de la fundación del Instituto de Estudios Latinoamericanos, algunos miembros de la universidad eran conscientes de la importancia de América Latina en la Guerra Fría. En 1963, bajo la impresión causada por la Revolución Cubana y la construcción del muro de Berlín, un profesor del Instituto de Europa del Este, establecido previamente en la Universidad, comunicó a sus colegas latinoamericanos el plan de atraer a jóvenes académicos de América Latina para realizar un programa de estudios de tres años, totalmente financiado, en Berlín Occidental. Los objetivos estaban claramente definidos: los estudiantes latinoamericanos debían adquirir un conocimiento exhaustivo del marxismo y el leninismo, ser instruidos sobre las intenciones presentes y futuras de los estados comunistas y adquirir así el conocimiento de la “verdadera situación” de aquellos estados.2 

Hirsch-Weber y otros partidarios de la idea de un centro latinoamericano presentaron argumentos similares. Según el politólogo, la mejor manera de sensibilizar a las y los estudiantes de América Latina sobre las consecuencias de la Guerra Fría, sería mediante una estancia en Berlín. Además, veía paralelismos entre la política de Berlín y los intereses de los partidos en América Latina. Durante la década de 1960, Hirsch-Weber dejó evidencia del potencial político y simbólico de Berlín Occidental en cartas dirigidas a altos representantes del Estado y a compañeros del partido.

En 1962, Wolfgang Hirsch-Weber destacó la importancia de la fundación de un centro latinoamericano en Berlín ante el
Presidente alemán Heinrich Lübke y Willy Brandt, entonces alcalde de Berlín y presidente de la Asociación Regional del SPD:
„Permítanme añadir que un instituto de este tipo podría tener un aspecto eminentemente político. [...] Cuando en el memorándum proponemos que todos los latinoamericanos que estudian en Alemania sean invitados a pasar su primer año de estudios en Berlín, el sentido es el mismo: confrontarlos con la realidad berlinesa, que al fin y al cabo es una alegoría y la experiencia más dolorosa de la realidad alemana, y al mismo tiempo, llevarlos a una ciudad donde el Este y el Oeste se encuentran.“3 „La experiencia enseña que uno se gana muy rápidamente la amistad de los visitantes ‘de izquierdas’ de América Latina, incluyendo a los líderes de los partidos ‘demócrata cristianos’ de América del Sur, si uno les dice que es socialdemócrata, y que ellos comprenden muy bien Berlín porque la ciudad está gobernada por socialdemócratas. Los grupos progresistas de América Latina ya son extraordinariamente influyentes, y seguramente gobernarán la mayoría de los países de esa región dentro de unos años. Esta es otra de las razones por las que creo que el centro debe establecerse en Berlín.“4

2 FU Berlin, UA, ZI OEI, Nr. 190 a, Abteilung Geschichte, Professoren in Lateinamerika, Philipp u.a. an Grases (2.8.1963).
3 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 48, Hirsch-Weber an Lübke (17.8.1962).
4 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 46, Hirsch-Weber an Brandt (17.8.1962).