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Conectado internacionalmente desde antes de su fundación

Los contactos y referencias a ambos lados del Atlántico ya eran fundamentales para la institucionalización de la investigación sobre América Latina en Berlín en los años 70.

Los contactos y referencias a ambos lados del Atlántico ya eran fundamentales para la institucionalización de la investigación sobre América Latina en Berlín en los años 70.
Crédito: LAI

La institucionalización de la investigación sobre América Latina en Berlín no debe entenderse únicamente en el marco de una red de contactos académicos y políticos dentro de la República Federal de Alemania; los vínculos transatlánticos, hasta ahora poco conocidos, también son interesantes. Los institutos de renombre en los Estados Unidos y Europa sirvieron como referencias centrales para la fundación del centro en Berlín. En agosto de 1962, un artículo del International Social Science Journal circuló entre sus pioneros. En él se ofrecía información sobre el Latin American Institute de la Columbia University, en Nueva York, que había iniciado sus actividades recientemente y tenía una importancia central, sobre todo desde el punto de vista de la política exterior estadounidense.6

La orientación y, al mismo tiempo, la diferenciación de las instituciones ya existentes dedicadas a América Latina fue fundamental para los pioneros en Berlín:
„Evidentemente, antes de crear el centro habrá que fijarse en algunas instituciones similares, por ejemplo, en Ámsterdam, Londres y París. En diferentes aspectos, esas instituciones se podrán tomar como modelo, pero también se emprenderán nuevos caminos.“7

Los contactos con las instituciones latinoamericanas fueron igualmente relevantes. En 1964, durante un viaje por América del Sur y del Norte, Hirsch-Weber se enteró de que varias universidades de Chile, El Salvador y México tenían interés en establecer un intercambio a nivel de profesores y estudiantes con la institución berlinesa. El Presidente y el Ministro de Educación de México se comprometieron a aportar fondos para apoyar a profesores visitantes. En Nueva York, Hirsch-Weber también se enteró de que Frank Tannenbaum, uno de los especialistas en América Latina más reconocidos de los Estados Unidos, estaba dispuesto a venir a Berlín como profesor visitante.

La Fundación Ford formó parte de los debates sobre los intercambios transatlánticos. El director del Departamento de Asuntos Internacionales, Shepard Stone, apoyó activamente a la Freie Universität Berlin en las décadas de 1950 y 1960. Según Hirsch-Weber, la Fundación Ford no pudo financiar completamente el edificio del centro latinoamericano y sus programas de intercambio, pero Stone no descartó financiar cátedras de visitantes.8

 

6 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 44, Hirsch-Weber an Neumann (2.8.1962).
7 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 12, Hirsch-Weber an Bock (13.6.1962).
8 Nachlass Hirsch-Weber, Sondersammlungen, IAI SPK, N-0086 b 15, Dok. 108-110, Hirsch-Weber an Pabst (12.2.1964).