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¿Cierra el Instituto de Estudios Latinoamericanos y abre el Instituto Alexander von Humboldt?

Cartel informativo sobre la protección del Instituto de América Latina de los años 80.

Cartel informativo sobre la protección del Instituto de América Latina de los años 80.
Crédito: „Hände weg vom Lateinamerika-Institut“, Herausgeber: Lateinamerika-Institut / FU, UA, Plakatesammlung, Plak/0678.

A mediados de la década de 1980, el Instituto de Estudios Latinoamericanos tuvo que hacer frente a otra convulsión que puso en tela de juicio su propia identidad y determinó su futuro a largo plazo. De acuerdo con la revisión de la Ley de Educación Superior de Berlín de 1986, los institutos centrales, en los que personas de diferentes disciplinas enseñan e investigan juntas – en paralelo a su pertenencia a distintas facultades –, ya no debían existir en esta forma. Estaba en juego la continuidad del Instituto, que perdería su igualdad jurídica con las facultades y ya no podría participar en la autogestión académica. A mediados de 1988, el Senado Académico llegó a debatir una iniciativa destinada a disolver el Instituto. El Senado de Berlín, elegido a finales de la década, finalmente acabó por reestructurar la política universitaria, creando la base jurídica para la renovada igualdad entre las facultades e institutos centrales.38

No solo el marco legal influyó en el destino del Instituto en estos años. En febrero de 1985, el Senador de Ciencias de Berlín Occidental visitó el Instituto. Su intención era convocar una comisión de la cual dependieran la dotación de profesores y la mejora de las condiciones generales de enseñanza e investigación. El grupo internacional de expertos de ocho miembros, entre los que se encontraba Hirsch-Weber, visitó entonces el Instituto y presentó un informe a principios de 1986. En sus “Recomendaciones para el desarrollo de la investigación y la enseñanza sobre América Latina en la Freie Universität Berlin”, la comisión hizo referencia a las ideas que motivaron la concepción del centro latinoamericano, debatidas a principios de la década de 1960. Por ello, la crítica al Instituto de Estudios Latinoamericanos en su forma actual fue devastadora: “El Instituto no ha hecho justicia a su objetivo y tarea en su conjunto. La comisión no encontró entre el personal del LAI ni un concepto general unificador que sustente el trabajo del Instituto ni una identidad institucional que sea perceptible para el mundo exterior. La investigación y la enseñanza resultan eclécticas.”

Sin embargo, la comisión consideró que un “cierre sin sustitución” del Instituto Central sería “lamentable y erróneo”. En su lugar, propuso la refundación de una institución de investigación con más de 20 cátedras, que se llamaría “Instituto Alexander von Humboldt”.39 Sin embargo, las condiciones financieras para el mismo no estaban dadas.

La Frankfurter Rundschau informó sobre los sucesos en torno al Instituto de Estudios Latinoamericanos y tituló:
„El actual experto salió del instituto enfurecido. El Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Freie Universität cayó en desgracia ante el Senado de Berlín. La comisión constata la falta de un concepto.“
El periódico también publicó una declaración del entonces director del Consejo del Instituto, después de que la presentación de las “recomendaciones” de la llamada Comisión Kewenig hubiera causado preocupación entre los miembros del Instituto:
„No se tendrá el valor de cerrar este Instituto, que ha desarrollado un perfil propio y goza en parte de un gran reconocimiento en América Latina, ni el Senado y el Presidente de la FU tendrán el coraje de apoyarlo.“40

 
38 Lateinamerika-Institut, Tätigkeitsbericht 1989-1990, Berlin 1991, S. 4.
39 „Empfehlungen zur Weiterentwicklung von Forschung und Lehre über Lateinamerika an der Freien Universität Berlin“ vorgelegt von acht Kommissionsmitgliedern, S. 3, 17.
40 Marion Lucke, „Der heutige Gutachter verließ einst das Institut im Zorn“, in: Frankfurter Rundschau (Frankfurt am Main, 8.1.1987).