De semestres en huelga, ocupaciones y fiestas
La segunda mitad de la década de 1980 representa una fase extremadamente turbulenta en la historia del Instituto. Los cambios en la legislación de la enseñanza superior, la posible reorganización del Instituto como consecuencia del informe de la comisión de expertos y la movilización de las y los estudiantes fueron características de este periodo.
En octubre de 1988, de forma totalmente inesperada, el Instituto de Estudios Latinoamericanos se vio afectado por la decisión del Consejo de Administración de la Freie Universität Berlin de retirarle la materia ‘Lateinamerikanistik’, incluida la responsabilidad de la planificación y ejecución de la enseñanza. Esta decisión suponía una amenaza para todo el Instituto, cuya continuidad estaba en juego. Las y los estudiantes reaccionaron inmediatamente e iniciaron una huelga que duró meses. Junto a compañeras y compañeros de otros institutos afectados por decisiones similares del Consejo de Administración de la universidad, ocuparon en muy poco tiempo la mayoría de los institutos de la Freie Universität Berlin y poco más tarde otras universidades de Berlín Occidental. Juntos exigieron la anulación de las decisiones y una democratización integral de las universidades. Durante más de un semestre, la enseñanza en el Instituto de Estudios Latinoamericanos estuvo paralizada. Numerosas y numerosos estudiantes se instalaron en el Instituto ocupado con sus cepillos de dientes y organizaron grupos de discusión y Seminarios Autónomos. Las resoluciones fueron pospuestas. En 1989, la política de educación superior del nuevo Senado de Berlín Occidental hizo que la situación se tranquilizara poco a poco.
Estos emocionantes meses dejaron una impresión duradera en los miembros del Instituto de Estudios Latinoamericanos, así como en la opinión pública. A finales de diciembre de 1988, el Tagesspiegel publicó un artículo sobre las protestas estudiantiles, centrándose en el papel del Instituto de Estudios Latinoamericanos. Aparentemente, no había ninguna razón objetiva para disolver el Instituto. Más bien, el artículo sugería que la decisión del Consejo de Administración se debía a una reestructuración planificada en un área de la universidad dominada por “izquierdistas”. Esta “tendencia” era “casi inevitablemente el resultado del objeto de investigación en la materia Lateinamerikanistik”, decía la prensa.41 Pero esta reputación no era la única que precedía al Instituto y a sus estudiantes. También son legendarias las numerosas fiestas, sobre todo en las décadas de 1980 y 1990; según cuentan, eran de las mejores de toda la universidad.
41 Helga Reeck, „,Linke‘ Tendenz ergibt sich aus der Forschung“, in: Der Tagesspiegel (Berlin, 28.12.1988).