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Lo familístico

La familia fue central, dice Jelin, para establecer las fronteras de lo público y lo privado. Las mujeres han sido importantes en todos los campos del movimiento de derechos humanos. En el caso de la Argentina, la madre está como emblema: la madre de desaparecidos o desaparecidas, el movimiento de abuelas que busca recuperar a los secuestrados.

En realidad, todo lo más emblemático del movimiento de mujeres en la Argentina, dice Jelin, es que es muy familístico, muy centrado en vínculos de parentescos sanguíneos: madre, abuela, hijos, hermanos o hermanas. Hay poco lugar para otros vínculos de parentesco y otros vínculos de afinidad, por ejemplo, no hay movimiento de compañeras, esposas, amantes, tampoco hay un movimiento de compañeros o compañeras de militancia.Entonces en lo familístico, que es lo simbólicamente cultural de la familia, quienes están a cargo de los temas de familia son los roles femeninos. En la Argentina, la importancia de lo familístico formó parte del movimiento de derechos humanos que en este contexto lo conforma principalmente el movimiento de mujeres. Por otra parte, la dictadura hizo uso de la metáfora familiar, de la gran familia argentina, de la familia militar. Sin embargo, la propia dictadura rompe con la familia. El movimiento de derechos humanos se transforma a raíz de esta coyuntura como vehículo del discurso de lo familístico.

Jelin se pregunta con respecto al caso de la Argentina y la intensidad de lo familístico: ¿A qué se debe atribuir con respecto al tema de lo familístico, a las herencias de la dictadura, o a herencias mucho más viejas que tienen que ver con las fuerzas conservadoras? La autora distingue un mayor movimiento de lo familístico en los movimientos de derechos humanos argentinos que en los movimientos del resto de países del Cono Sur. Jelin se pregunta: ¿De dónde viene esta presencia tan enorme y tan fuerte de una matriz familística en la cultura argentina? En Chile, por ejemplo, el tema de los familiares de los desaparecidos, no constituye el eje del movimiento de los derechos humanos. El eje del movimiento es más político y menos familístico. La autora deja abierta estas preguntas de investigación con respecto al tema de la fuerza de lo familístico en la Argentina.

Para Jelin, es necesario trabajar con temas de familia ya que existe en la actualidad un énfasis internacional en dar una especie de vuelta a una noción natural de la familia. Para hablar de la familia hay entonces que mostrar todas las formas posibles de familia.

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