Crítica literaria feminista
La crítica literaria feminista es un discurso que reflexiona sobre el poder, la jerarquía y el dominio masculino en el ámbito cultural. Desde luego, persigue una lucha política, una lucha que empieza con el reconocimiento de la legitimidad de las escrituras de las mujeres, de su tradición literaria y estrategias literarias que implican y demuestran la opresión masculina.
En la entrevista Hortensia Moreno subraya la dominación masculina en el ámbito de la literatura que se muestra claramente en el canon literario marcado por la dominación masculina, blanca, heterosexual y en muchos casos anglosajona, pero también en el mundo editorial donde se toman las decisiones sobre qué se publica y “lo que se debe leer y saber” y con ello aclara los objetivos de la crítica literaria feminista.
Al separarse de la critica literaria y de la academia convencional que determina el canon literario, que coloca y analiza los textos dentro de un “vacío social” con sus propias reglas estéticas, autónomas y que persigue la meta de explicar la intención del texto, la crítica literaria feminista se ubica al lado de los discursos marginales, alternativos y excluidos de la academia convencional. Esta reemplaza el “vacío social” por un “conjunto de cultura” al cual reinterpreta y se acerca desde “(…) las perspectivas de psicoanálisis, antropología, la semiótica, la filosofía política o la historia” (Moreno 1994: 109).
La referencia a las teorías del feminismo y sus estrategias de visibilizar el posicionamiento de las mujeres dentro del “conjunto de cultura” fundamenta la crítica literaria feminista en contraposición con un establishment masculino y expresa que el discurso corre de manera paralela con el movimiento feminista. Esa paralela se explica, como destaca Moreno en su ensayo, también a través del debate de las diferentes corrientes dentro de la crítica literaria feminista: el debate de la diferencia y el (acotamos aquí de nuevo) de la igualdad.
Por un lado está la “escritura femenina” que diferencia la literatura escrita por las mujeres, a través de sus características, orígenes y causas. Se tiene en cuenta la situación concreta de la mujer - bajo la circunstancia en que fue escrito el texto . Moreno describe esa posición como escencialista ya que por la posición de escribir se le determina una manera específica de producción literaria.
Por otro lado está la posición de entender el asunto de la diferencia sexual como un problema lingüístico, semiótico y discursivo :
“Esta perspectiva se pregunta por la transformación, en la escritura, del dato biológico de la diferencia sexual en el dato cultural que nos da, en la literatura, situaciones, juicios y personajes masculinos o femeninos; trata de hacer una definición sexual de un valor móvil, dentro de un horizonte de transformación y metamorfosis de los valores.” (Moreno 1994: 109)
Sin embargo, las dos posiciones tienen la misma actitud hacia la literatura en común que es la de atestarle un valor humano, un valor de enseñanza y de compartir las experiencias. Las dos toman la literatura como fuente para obtener conocimiento sobre las mujeres, para acceder a la intimidad, a lo que ocurre en casa de las mujeres. Para la critica literaria feminista no importa si se trata de una ficción. Desde esa perspectiva de análisis feminista la literatura es “ordenación, interpretación y articulación de la experiencia” (Moreno 1994:108). Ambas corrientes retoman el discurso feminista de la “crisis del sujeto” al interpretar los textos dentro de su proceso histórico y por ello analizarlos siempre como una perspectiva de cierto lugar, en cierto momento. En contraposición de la crítica literaria convencional revalora el papel del lector y con ello establece una relación fundamental de comunicación entre el escritor y el lector:
“El texto alcanza su existencia a través del trabajo de constitución de una conciencia que lo recibe: la obra es el texto constituido en la conciencia del lector. Por lo tanto, la obra es una construcción intertextual, es decir, la confluencia –constelación- de varios discursos culturales en los que la obra se difunde para hacerse inteligible.” (Moreno 1994: 110)
Referencias:
Moreno, Hortensia (1994): Crítica literaria feminista. En: debate feminista, año 5, vol.9, marzo 1994. p.107-112.