Cuerpo
El concepto de cuerpo del cual habla Moreno en la entrevista esta relacionado al ámbito del deporte. Ahí Moreno visualiza, con el ejemplo de las boxeadoras femeninas, que a través del cuerpo se puede romper con la jerarquía social. Presentando la investigación sobre las mujeres en el boxeo, Moreno demuestra cómo sus cuerpos pueden desempeñar una función como estrategia de cuestionamiento de la superioridad masculina, al relacionar el orden de la interacción, con el orden social y el orden simbólico.
El boxeo es un campo que es dominado por hombres. Es un espacio que Moreno define como “el último coto de la masculinidad“, un coto en el cual las mujeres en México fueron excluidas del boxeo profesional hasta el año 1999 y donde la dominación por parte de los hombres se ve en todos los niveles: los deportistas, los entrenadores, los medios de comunicación etc. En este deporte, la disciplina juega un papel muy importante, y la cantidad de mujeres es muy reducida, por esta razón, su participación queda estigmatizada por la sociedad y a su vez, las boxeadoras tienen miedo de ser identificadas como “anormal“ o lesbianas. Es en este ámbito, donde ellas deciden entrenar sus cuerpos.
Dentro de ese “último coto de la masculinidad“ las boxeadoras entrenan sus cuerpos al limite y llegan a ser mucho más fuertes que algunos hombres. Este hecho es importante al considerarse que en el momento de la interacción, donde los cuerpos se posicionan uno frente al otro, se define un orden. Es aquí cuando el orden simbólico y social de la supremacía biológica de los hombres se enfrenta a una situación concreta, y prevalece la posibilidad de que una mujer sea más fuerte que el hombre. Son esos momentos en los que las boxeadoras se sitúan muchas veces desde la fortaleza de sus cuerpos en una posición superior a la de los hombres. Aquí tenemos un ejemplo de una situación concreta en donde se rompe con el orden social y simbólico, y donde se cuestiona la superioridad biológica masculina.
La investigación de Moreno demuestra que el orden de la interacción es de alta importancia, porque posiciona los cuerpos dentro de una situación concreta y así rompe con las generalizaciones evidentes en la jerarquía social y en el orden simbólico. La diversidad que entonces se expresa aquí, cuestiona la jerarquía social y su orden simbólico desde el cuerpo.
Los estigmas sobre las mujeres boxeadoras, se explican como reacción a la amenaza femenina al “ultimo coto de la masculinidad”: “Estamos cuestionando el tema de la supremacía masculina, les estamos cuestionando, además, con las mismas reglas de la masculinidad, es decir, desde el cuerpo, desde la biología, desde la potencialidad muscular. Eso es sumamente perturbador para el orden social, por eso sigue una enorme crítica contra las deportistas y por eso se las continúa viendo como los seres más raros del mundo.” (Moreno, entrevista)