Mestizaje/Políticas de Identidad
Verena Stolcke relata cómo ella percibía que cada vez más a menudo, se hablaba del “mestizaje cultural” como solución con respecto al supuesto problema de la inmigración extracomunitaria, lo que la motivaba a escribir el libro Identidades ambivalentes. Stolcke no podía entender el que se usara este término en sentido positivo: es decir que el mezclar las culturas en España, significase un remedio a la discriminación y a los prejuicios. Incluso en los documentos institucionales acerca de la forma para integrar a la población inmigrante se utilizaba esta teoría.
Dado que Stolcke ha estudiado la historia colonial hispanoamericana desde la perspectiva de Cuba, afirma que la gente que usa el término mestizaje, no sabe lo que en la historia de la colonización significó la explotación sexual de las mujeres indígenas. Por lo tanto este resulta para Stolcke un término negativo y no positivo.
Por su trabajo en un grupo de investigación conformado por otras científicas de diferentes disciplinas y en el que que todas se ocupan con identidades ambivalentes, Verena llega a la conclusión de que efectivamente todos los términos tan de moda en la actualidad - el mestizaje, la hibridación, el criollismo, la creolización, el cosmopolitismo – lo que hacen es invertir el proceso socio-político al que se refieren. Es decir que suponen que estas ambivalencias, estas mezclas diluyan las diferencias y su construcción como desigualdades, mientras que por el contrario, lo que justamente hacen es revitalizarlas en la medida en que solo se pueden mezclar dos elementos, si entre ellos existe uno diferente.
El trabajo de Stolcke sobre el mestizaje, fue un trabajo de antropología histórica donde se muestra con bastante claridad, que sólo a mediados del siglo dieciseis apareció la categoría de mestizos. Es decir: mestizos como una categoría jurídica que conduce a que a estos se les quiten varios derechos.
Más adelante Verena otra vez se refiere a políticas de identidad cuando trata el concepto de democracía racial. En su opinión existe un problema fundamental en la formación de las repúblicas latinoamericanas. En “América Latina”, que ya no es “Hispanoamérica” después de las independencias, se adoptó el modelo republicano universalista francés, con énfasis en la homogeneidad cultural y racial de la ciudadanía, así como la delimitación clara del pueblo. Este modelo se quería transferir a Latinoamerica, es decir un conglomerado de países que se veían compuestos por gente de procedencia pero también de razas muy diversas. En América Latina existen cuatro, cinco modelos, formas o intentos de solución para crear una sociedad políticamente cohesiva y culturalmente integrada. Modelos distintos, entre los cuales Verena nombra algunos, como por ejemplo el caso mexicano, el país mestizo, con la raza cósmica de Vasconcelos; el caso brasileño el cual se parece al mexicano, aunque con otra terminología: la idea de la democracía racial; O bien el caso andino, el cual según Stolcke núnca se resolvió, pero sobre el cual Verena llama actualmente la atención sobre Evo Morales y la nueva constitución étnica que el propone. Para ella esta es otra respuesta al problema de los países que han sido concebidos por las elites como especialmente diversos. Puesto que reconocer realmente la diversidad es crucial, Verena afirma que s bien se pueden discutir los éxitos y fracasos de Evo Morales, ella cree que su modelo es extraordinariamente intersante desde una perspectiva de la organización de las republicas. Este modelo es para Stolcke el extremo opuesto a la idea del México mestizo o bien de la democracía racial y se enfoca en el reconocimiento de los derechos de los diversos pueblos indígenas.
Sugerencia bibliográfica:
Stolcke, Verena. “Los mestizos no nacen sino que se hacen.” Verena Stolcke y Alexandre Coello (eds.). Identidades Ambivalentes en América Latina (Siglos XVI-XXI). Barcelona: Bellaterra, 2008. 14-51.