En enero de 1966 la Habana se convirtió en el epicentro emocional de una revolución que se pretendía responsable del destino de todo un mundo, del llamado Tercer Mundo. En el Teatro Chaplin y el Hotel Habana Libre se celebró la Conferencia Tricontinental. Sus más de 500 delegados deseaban recoger el testigo del movimiento afroasiático de países no alineados, que había germinado en Bandung en 1955. Con la reunión de la Habana, América Latina se ponía a la vanguardia de este frente antiimperialista global, que pretendía corregir las asimetrías de poder y las desigualdades que aquejaban al orden mundial durante la Guerra Fría. Dos expertos de nuestro instituto en la materia, Giulia Dickmans y Alberto García, conversaron al respecto con Rodrigo Escibano en "Iberómanos. Historia, ideología y geopolítica en el mundo ibérico". Pueden escuchar la conversación en Spotify o Youtube.