LOS ÁNGELES
Los Ángeles es una ciudad monstruosa, invivible, para aquél que no tenga automóvil o carezca de posibilidades de manejo, como es mi caso. Es una coalisión, una confederación de ciudades, una asamblea de formas de ser de la clase media y de formas de ser de la migración. Prueba la falsedad del melting pot, de la integración y la asimilación perfectas que Estados Unidos planteó como su gran emblema en el siglo XX. Es una ciudad divertida por la mitología fílmica, opresiva por la violencia, con una gran concentración de hispanos o latinoamericanos, en especial de mexicanos que no encuentra sino los sitios inferiores en la escala social en su disposición.