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DEMOCRACIA

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En tu artículo "Democracia en agonía" preguntas ¿cómo y en qué medida el sistema democrático mismo contribuyó a la situación que llevó a la crisis representativa en un plazo tan corto de solo 18 años después de la dictadura militar?
Primero, ¿cómo se entiende la expresión "democracia en agonía"? ¿Cuál es la visión que está detrás de esa expresión?
Segundo, si te entendí bien, tu argumentación parte desde la perspectiva presidencial, analizando las decisiones políticas que tomaron los últimos tres presidentes Alfonsín, Menem y De la Rúa. Pensando en los demás actores políticos, ¿qué papel jugaba, por ejemplo, la sociedad civil en cuanto a la crisis en que se encontró o todavía se encuentra la democracia representativa?

Si, a ver. Lo que pasa es que ese artículo tenía como objeto repensar el punto de partida. Nosotros, cuando cayó la dictadura en el 83 y a partir del 84 hubo un momento de grán euforia colectiva, pero también de grán entusiasmo intelectual respecto a que esto era un nuevo comienzo y a la perspectiva de la construcción de una sociedad democrática y una política democrática en la Argentina. Si bien, por supuesto, hubo mucha discusión acerca de qué quiere decir democracia, no voy a entrar en eso. Lo cierto es que iniciamos un proceso que algunos llamamos de transición democrática donde las expectativas eran muy grandes respecto a las capacidades de generar una transformación que era política pero no sólo política. Muchos pensábamos que esa transformación política podía crear las condiciones para una transformación también social, es decir un proyecto reformista, si se quiere, para usar una vieja terminología. Y dieciocho años más tarde, cuando yo escribí este artículo, estábamos en el medio del pantano. Esto es, la situación se había deteriorado muy rápidamente desde el punto de vista político, generando una situación tal de crisis del tejido social que llevaba a pensar qué se hizo mal o qué es lo que éstos 18 años trajeron que llevan a una especie de destrucción del tejido social, incluso de lo que serían los rasgos básicos o los puntales sobre los que se había construido una identidad colectiva en la Argentina. Si se quiere un momento en el cual, y esto era muy visible en el año pasado - no era solamente un problema que se había cambiado el presidente o que había una crisis económica - sino un momento en el que se habían roto los pilares mismos sobre los cuales se construyó la nación. Si bien esta nación tuvo muchos momentos muy conflictivos, muchos momentos de enfrentamiento, hacia fines del 2001, en el 2002, las sensación era que se habían (oradado) las bases sobre las cuales una comunidad se mantiene como conjunto; y esto tenía que ver con diversos planos, el plano económico sin duda, pero sobre todo el plano social, es decir, la ruptura de las reglas básicas sobre las cuales la solidaridad social en la Argentina había existido con todos sus defectos.

La pregunta que entonces me hacía en este artículo es: todo esto ocurre después de 18 años de democracia. Entonces, ¿esta es la democracia - como se decía en el socialismo - "realmente existente"? ¿Qué se hizo mal para que después de 18 años de democracia estemos en esta situación de disolución del vínculo comunitario, del vínculo social, del vínculo nacional? Mi respuesta es que hay muchas razones por las cuales uno podría buscar muchas causas para explicar esta situación, pero mi interés era mostrar que en el propio funcionamiento de la vida política, y en particular en la propia actitud o acción de los gobiernos elegidos democráticamente y democráticamente sostenidos - porque todos fueron realmente gobiernos, desde el punto de vista institucional, impecables; con algunas salvedades de Menem, pero de todas maneras uno podría decir relativamente transparentes - lo que uno encontraba 18 años más tarde era (esta interrogante): ¿Qué pasó con esta democracia desde el punto de vista político y desde el punto de vista de los gobiernos? ¿Cuál es la responsabilidad política de los gobiernos en esta situación? Esto era lo que yo quería decir. Entonces la idea de agonía era, por un lado, analizar cuales habían sido los momentos en los cuales la adopción de ciertas decisiones políticas habían agudizado la crisis, ¿cuáles eran los momentos en los cuales se podrían tomado otra decisión de manera tal de evitar esta catástrofe? y ésto estaba ligado con un punto fundamental: con el argumento bastante generalizado de que lo que nos pasa es: a) inevitable, dado que estamos en una democracia en un sistema político burgués y que, por lo tanto, esto era inevitable, ya que estamos sufriendo las consecuencias de una vinculación con el mundo dada a través del sistema democrático burgués y que por lo tanto lo que nos pasó era inevitable, es decir, estaba inscrito en el origen; este es uno de los argumentos comunes que yo quería discutir. El otro argumento (b) es que esa transformación es estructural y por lo tanto inevitable también. Entonces, mi punto era: no, políticamente se podría haber hecho algo. Y en realidad los presidentes o los gobiernos tomaron decisiones que podían haber sido distintas y esa toma de decisiones en democracia llevó a una debilitación de las condiciones que hacen posible la democracia. Y aquí viene el último punto, que es que yo pienso que la democracia, como sistema limitado a una concepción institucional es fundamental, pero que esa idea de una instutucionalidad democrática no puede sostenerse si no es a partir de un determinado nivel de relaciones sociales, de estructuración social, de inclusión social. Y que la situación a la que nosotros llegamos en el 2001 ponía en peligro la misma posibilidad de sobrevivencia de la democracia porque ponía en cuestión sus fundamentos; en la medida en que la población había perdido completamente su confianza en el sistema representativo, que es la base de un sistema democrático, había perdido su confianza en su dirección política, había decidido de alguna manera terminar con el sistema político y, entonces - con buenas razones había decidido esto - pero esto mismo ponía en agonía la democracia. Es decir, las propias decisiones de los gobiernos democráticos habían ido tomando a lo largo del tiempo, habían llegado a una situación de autodestrucción de las posibilidades mismas de tener una sociedad democrática.