KIRCHNER, NÉSTOR
Bueno, primero tengo que decir que hablo desde lejos. A pesar del Internet y todos esos inventos, hablar desde lejos no es lo mismo que estar en el país y ver lo que pasa. También uno puede decir que uno es más objetivo estando lejos, pero no sé, a mí me gustaría estar para tener una opinión más directa.
Debo hacer una confesión: yo tenía muy poca expectativa sobre esta transición. En principio porque pensaba que estábamos en un pantano político y en una crisis económica, aunque de que de la crisis económica empezamos un poquitito a salir el año pasado [2002] a través de una gestión - la de Duhalde - tampoco me imaginé nunca que estaría diciendo esto frente a nadie - que fue relativamente exitosa en el sentido del monitoreo del proceso de transición, y con un panorama en la economía de relativo comienzo de algo que esperemos sea una mejora en la economía.
Peor de todas maneras la situación política era difícil. La elección fue patética, la desición de Menem de no ir a una segunda vuelta dejaba a este presidente en una situación de una debilidad absoluta, sumado al hecho de que esta persona había sido puesta ahí por Duhalde, por el presidente anterior, que tenía una personalidad poco conocida y que además, francamente, viniendo de ese aparato, esa máquina política infernal que es el Peronismo, la verdad es que tenía muy pocas expectativas. Más bien, pensaba que iba a ser un gobierno muy débil, muy atravesado por los conflictos del Peronismo. Es algo que en Argentina nos ha pasado muchas veces. Así que hemos quedado como entrampados en los conflictos internos de ese partido. La elección misma fue un ejemplo de eso: se votaban tres candidatos peronistas, ¿no?. Entonces tenía muy pocas expectativas.
Frente a eso debo decir que por todas las noticias que leo, más todo lo que me dicen los amigos, la familia, etc., y por las medidas que Kirchner ha tomado en los primeros días, creo que ha hecho algo que para mí es muy importante: ha usado, ha dado uso a la política, ha generado hechos políticos en una situación donde la clase política había estado mirándose el ombligo durante un montón de tiempo, donde la clase política no había percibido ninguna de las señales que la sociedad estaba desesperadamente ejecutando, todas las cosas que hacíamos para que los políticos se dieran cuenta que tenían que hacer algo. Este hombre llegó al gobierno y tomó decisiones, usó el poder y generó novedades políticas. Y de alguna manera planteó un proyecto de cambio. Yo no sé si ese proyecto lo va a poder hacer, no sé si es la persona indicada para hacerlo, pero planteó un proyecto de cambio y tomó medidas en las primeras semanas, mostrando la dirección hacia la cual él quería orientar el proceso político, y eso me parece que en sí mismo es valiosísimo en una situación como la que tenía la Argentina. No sé que va a pasar ahora, pero el hecho de que haya generado, haya hecho política... respecto al término "democracia en agonía", en ese sentido, me parece que este hombre ha generado un tipo de situación política que es precisamente la que permite crear situaciones nuevas. Es decir, la política es un espacio de creación, para mí. En sus mejores momentos, hacer política quiere decir ser capaz de crear una situación nueva a partir de una determinada coyuntura, ¿no es cierto? Y hay una dosis de creatividad en la política. Yo creo que Kirchner está usando esa creatividad, está dando muestras de creatividad política. Y eso se refleja en que tiene una enorme aceptación, y todo lo que había sido el rechazo de los argentinos hacia los políticos en los últimos años se ha transformado de golpe en una especie de visión positiva de ese plano que a mí me parece fundamental. Yo creo que la política institucionalizada es un plano fundamental de la vida de un país, y me parece que en ese sentido este hombre ha logrado recolocar la política. Hasta ahí puedo llegar hoy. Mañana quién dirá, dada la aceleración de los tiempos en la Argentina.